Los casos de éxito son útiles para comprender cuáles son los aspectos que debe considerar cualquier emprendimiento. Por eso, revisaremos algunas de las enseñanzas que nos dejó la creación de Shazam.
¿Te imaginas tener que llamar por teléfono por 10 segundos para que escuchen una canción de la que quieres saber el nombre, y recibir la información por mensaje de texto 30 segundos después? Ese fue el inicio de Shazam, cuando este todavía no era su nombre, allá por el año 2002 en el Reino Unido.
Las personas debían marcar el 2580 desde su teléfono para recibir los datos de una canción luego de 30 segundos en un formato de mensaje de texto. Afortunadamente, este proceso evolucionó y se modernizó para convertirse en lo que ahora conocemos como la aplicación.
Shazam en los negocios
Una gran cantidad de personas ya sabe cómo funciona Shazam. Es tan simple como abrir la aplicación y dejar que grabe 10 segundos de alguna canción. De esta manera, se crea una especie de “huella dactilar acústica” para que rápidamente podamos obtener toda la información de esa canción que tanto nos gusta; ya sea nueva o antigua.
Esta creación fue hecha por un grupo de 4 chicos de la Universidad de Berkeley (California). Si bien inició como un simple afán por reconocer las canciones, en la actualidad ha crecido bastante y muy rápido.
Shazam tiene un repertorio de millones de canciones en más de 200 países y en 30 idiomas diferentes. Asimismo, cuenta con más de 500 millones de usuarios y no solo abarca el reconocimiento musical, sino que se ha expandido a áreas de negocios.
Una iniciativa atractiva para todos
Para los negocios, sin duda, hay que ser visionarios. Ejemplos de ello son compañías como Spotify y Apple.
El primer movimiento lo realizó Spotify en enero del 2011, cuando anunció su vínculo con Shazam con el objetivo de ayudar a los usuarios a identificar música y escucharla a través de su plataforma. El segundo fue Apple, que en diciembre de 2017 compró Shazam.
Ambas plataformas aseguraron tener la información, de primera mano, de los hits del momento y del futuro. De esa forma ellos tendrían esas canciones en sus plataformas para que los usuarios no duden en usarlas al escuchar su música favorita. ¿Ven? Negocios.
Los números detrás de Shazam
Como ya lo mencioné, debido a su presencia en varios países e idiomas, Shazam puede identificar qué canción estará de moda en las semanas siguientes así como el artista tendencia. Esto hace que las disqueras puedan destinar de manera óptima su presupuesto anual a los artistas/canciones que les asegurará ganancias.
Todos son números. Si la canción de un artista no muy conocido es buscada más de 100 veces en un día, se prenden las alarmas y la información empieza a correr. Esto conlleva a contratos millonarios con cantantes que jamás se lo hubieran imaginado, como es el caso de la canción Fight Song (2015) de Rachel Platten.
Y si quieren llevarlo al contexto actual, un buen ejemplo se dio con las canciones de Camilo. Todo empezó cuando la canción más buscada fue “Tú, tú” y luego, pues miren dónde está ahora y todos los premios que está ganando.
Algunos movimientos para aprender de Shazam
Entre sus múltiples acciones que la llevaron al éxito, Shazam desarrolló 3 planes para acceder a su plataforma: el que todos conocemos, que es gratuito pero que solo permite identificar 5 canciones al mes; Shazam Encore (versión paga) en donde las búsquedas son ilimitadas y, por supuesto, libre de publicidad; y, finalmente Shazam RED, una versión disponible solo en Reino Unido.
Esta última es igual a Shazam Encore respecto a las características y su precio (5,99 €), con la diferencia que parte del pago es destinado a donaciones para campañas de prevención del sida y el VIH en África. Un noble gesto de Shazam en conjunto con otras marcas como Nike, Converse, American Express, entre otras.
De esta manera Shazam aporta valor no sólo brindando el beneficio funcional por el que fue creado, sino que también adhiere un valor simbólico que le permite construir una marca más sólida.
Una iniciativa con visión puede cambiarlo todo
Tomemos como ejemplo Shazam. Ellos aprovecharon una oportunidad que lograron identificar, para proponer una solución acorde con la época. El boom de las apps logró impulsar su éxito; sin embargo, sin un problema por resolver hubiera sido imposible conseguirlo.
Esta app ahora es el genérico de la categoría de identificación. Actualmente han salido aplicaciones que a través de fotos reconocen alimentos, vinos, obras de arte, plantas, entre otras. Si las recuerdan, sea cual fuere el nombre que tengan, siempre serán llamadas como: “el Shazam de los cuadros” o “el Shazam de los vinos”.
Tu pequeño emprendimiento se puede volver el rey de una categoría, como le pasó a Shazam. Solo necesitas identificar adecuadamente la oportunidad e intentar resolver un problema en un público específico. Si empiezas de esa manera y lo sumas con alguna tendencia, seguro se volverá atractivo también para los demás.
