En el mundo de la publicidad y el marketing se tiene una visión muy ejecutiva de la creatividad, casi como si habláramos de una solución aplicada con mucha imaginación. Asimismo, en muchos campos empresariales la demanda por profesionales creativos es cada vez más alta.
La presión por trabajar ideas y soluciones creativas a nuestros problemas nos lleva a arenas movedizas muy peligrosas, donde la creatividad es escasa y cualquier movimiento en falso nos termina por arrastrar más profundamente a un mundo rutinario, lineal y aburrido. A veces, esta presión genera frustración, cada esfuerzo por brotar una idea creativa termina de llenar más nuestros bolsillos con arena sin hallar camino ni respuesta.
La pandemia ha hecho por diversos motivos que no dejemos nuestros hogares. Algunos pocos, muy suertudos se han acostumbrado muy bien a esta nueva realidad; los que buscamos inspiración y nuevos aires fuera de nuestras casas no la llevamos tan bien como quisiéramos.
En esta abrumadora realidad el reto es mayor, pero el objetivo sigue siendo el mismo: dentro de estas cuatro paredes tiene que brotar la imaginación, la creatividad y la solución. Mucho pedir sin pensar en una pausa, pero las pausas se hacen más difíciles desde casa.
Una pausa efectiva beneficia la creatividad
G. Martin (consultor creativo) menciona en su publicación sobre creatividad bajo presión: “toma una pausa y aléjate momentáneamente del problema”. Entre el teletrabajo, las tareas del hogar y tratar de llevar una vida balanceada, en este 2020 tomar una pausa se ha vuelto imposible para muchos profesionales.
Pasamos casi el doble de tiempo en nuestras casas; sin embargo, no hemos hecho muchos cambios en ellas. A parte de haber adquirido algunos juguetes nuevos, y comida de un buen delivery directo a las puertas de nuestros hogares, estoy seguro que los hábitos aparecieron o desaparecieron casi de forma fortuita. El principal hábito que he tenido que adaptar con esta extensión del tiempo en casa es el de una pausa efectiva.
Sin sospechas de cómo encontrar el balance en medio de este cambio total, encontré dos herramientas que realmente hacen una diferencia y se han vuelto parte de mis días para estimular la creatividad y aumentar mi inspiración en el trabajo profesional: meditación y aromaterapia. Herramientas que nos ayudan a una pausa efectiva, cerrar los ojos y darle un espacio al tacto, el olfato y al oído para poder volver a nuestras ideas creativas con claridad.
Las ideas al igual que el corazón laten en todo momento; pero a diferencia del corazón que para escucharlo debemos de hacer una pausa, con las ideas debemos hacer una pausa de ellas para poder verlas con claridad y así volver con una perspectiva más fresca y potente.
Consejos para despejar la mente
En este confinamiento dos amigos publicistas me recomendaron las aplicaciones: Insight Timer y Calm que me ayudaron a despejar la mente y poder volver a mis ideas con una perspectiva nueva y con más energía. La clave para el uso de estas o cualquier aplicación que ayude a tu mente creativa a tomarse una pausa es la constancia, tratar de hacerlo un hábito, separar un momento para tu mente como si del desayuno se tratase. Yo empecé con dedicarle tan solo 5 minutos.
En la segunda etapa de mi incursión compré un difusor de vapor (esos que funcionan con un poco de agua) y me dejé llevar por los aceites esenciales de Divina Mente Aromaterapia y Just. En mi incipiente experiencia para descansar la mente uso lavanda usualmente por las noches antes de dormir, y para motivar las ideas creativas mientras estoy en mi escritorio uso los aceites de menta y bergamota.
Estoy seguro que con esta pausa efectiva podrás al igual que me sucedió, inspirar el brote de nuevas ideas creativas, descansar mejor y estar recargado para los retos y proyectos que nos esperan.
