Reducir el consumo desmedido y sin sentido es parte de la responsabilidad que comparten las marcas y los consumidores.
Aparentemente las marcas se han empezado a “dar cuenta” (¿recién?) de los estragos que le están causando al medio ambiente y, pues, quieren reivindicarse.
La Fundación Ellen MacArthur, una organización de sostenibilidad sin fines de lucro, realizó un estudio que obtuvo como resultado una “alarmante” cifra. El número promedio de veces que usamos una prenda antes de dejarla, ha disminuido 36% en los últimos 15 años; lo que se traduce en que muchos consumidores usan los artículos que se compran menos de 10 veces antes de deshacerse de ellos. No sé ustedes, pero para mí esto es de locos.
Sin embargo, cambiar este hábito no es solo tarea de las marcas. El consumidor debe estar más consciente y tener un consumo responsable. Es un trabajo en equipo.
IKEA toma posición y propone soluciones
Pensando en ello, IKEA ha lanzado su nueva campaña “buy back”. Con ella busca concientizar y, por qué no, premiar a sus fieles compradores dándoles la oportunidad de devolver el mueble que compraron en el pasado. Al hacerlo, obtendrán un cupón de descuento sin fecha de expiración, para que puedan usarlo cuando realmente lo necesiten.
De esta manera IKEA trasciende y mantiene la idea central de esta acción: REDUCIR EL CONSUMO desmedido y sin sentido.
Sería discordante lanzar esta iniciativa para reducir el impacto en el medioambiente (al reducir la producción del nuevo stock de muebles), si la marca ofreciera a sus consumidores estos descuento con fecha de expiración. Lo que estaría haciendo con esto sería “presionar” al consumidor para que haga uso de ese cupón de descuento antes de que este caduque; incluso SI NO necesita ningún artículo para el hogar dentro de ese periodo.
Algunos requisitos de la iniciativa
Para poder acceder a ese “beneficio”, los consumidores deberán tener en cuenta ciertos requisitos; como el que los muebles hayan sido comprados en IKEA.
La marca también ha determinado que no se aceptarán artículos para bebés y niños; así como ropa de cama, colchones o textiles. Esta última decisión se toma con el fin de prevalecer y garantizar la higiene y seguridad de los futuros compradores; más aún, en estos tiempos inciertos de pandemia.
